Pantalla de Bolsa de Comercio de Buenos Aires
15.06.2023

¿Qué son los futuros y cómo utilizarlos para cubrirnos?

Proporcionan a los inversores y a las empresas la posibilidad de protegerse contra los cambios adversos en los precios de los activos subyacentes, así como de obtener beneficios de los movimientos favorables que estos presenten.
  • Compartir

Los derivados financieros son instrumentos cuyo valor se deriva o se basa en el precio de otro activo subyacente, que puede ser una acción, un bono, una materia prima, una divisa, un índice, entre otros.

Se utilizan para cubrirse o especular sobre determinados riesgos financieros. Proporcionan a los inversores y a las empresas la posibilidad de protegerse contra los cambios adversos en los precios de los activos subyacentes, así como de obtener beneficios de los movimientos favorables que estos presenten.

Uno de los derivados más populares y con mayor tradición son los contratos de futuros. Para entender, mejor, estos contratos constituyen un acuerdo para comprar o vender, a un precio especificado, una determinada cantidad del activo subyacente en una fecha futura predeterminada. En la negociación de los contratos de futuro se plantean dos objetivos diametralmente opuestos: por un lado, se contempla un movimiento favorable en los precios del subyacente; y por el otro, se busca una cobertura ante un eventual movimiento desfavorable del mismo. Así, vamos a encontrar básicamente dos tipos de inversores: el que se apalanca utilizando los contratos de futuro para beneficiarse con los movimientos que espera del subyacente; y por el otro; un participante interesado en lograr una cobertura (“hedge”) de una determinada posición.

Un ejemplo de la utilización de contratos de futuro podría darse en la siguiente situación: imaginemos a un productor de soja que va a levantar su cosecha dentro de cuatro meses y quiere asegurarse un precio de venta de su producción. Del otro lado, hay una empresa que utiliza la soja como materia prima para elaborar aceite de soja, y que quiere asegurarse el precio de compra de esa materia prima esencial para su producción. Aquí tenemos a dos participantes que pueden intervenir en un contrato de futuros: uno como comprador (la empresa) y otro como vendedor (el productor), ambos con la intención de asegurarse un precio que dé certeza a sus respectivos negocios. 

Pero también podría aparecer algún inversor que imaginara un mercado alcista para la soja y que, en consecuencia, estuviera interesado en comprar contratos a futuro de soja, con la intención de venderlos a un precio superior cuando los precios de la soja aumentaran en el futuro. Por ello, las operaciones de cobertura pretenden evitar la exposición a los movimientos adversos de los precios de un activo. En tanto, en el mercado, también pueden existir quienes toman posiciones buscando una ganancia de un movimiento esperado (al alza o a la baja) de un determinado activo. Ambos dos posibles participantes ayudan a que estos mercados puedan funcionar fluidamente. Incluso los últimos son, como vimos, quienes asumen los riesgos en contrapartida de la búsqueda de cobertura de otros participantes.

Un aspecto muy importante en los mercados de futuros son las garantías. Los inversores deben cumplimentar los requerimientos de cada operatoria en particular, y reforzarlas en caso de que su agente lo solicite, cuando se dan movimientos de precios adversos. Al finalizar cada día de negociación, la cuenta de garantía es ajustada para reflejar las ganancias o pérdidas del inversor. A esto se le llama “ajuste al mercado” (marking to market), y consiste en la liquidación diaria de pérdidas y ganancias.

Tanto los márgenes como las diferencias diarias, representan los costos de un contrato de futuros (sin tener en cuanto comisiones). Es el dinero del cual tenemos que disponer para poder comprar o vender un contrato de futuros y también durante el plazo en que el contrato esté abierto.

Por ejemplo, supongamos que vendemos dólar futuro agosto a $330. Y que al día siguiente el dólar agosto se negocia a $332. Estamos perdiendo $2 por dólar, y los contratos de dólar equivalen a USD 1.000 por lo cual, la diferencia diaria es de $2 por cada dólar, es decir unos $2.000 que debe depositar en el mercado en concepto de diferencia. Esta diferencia es justamente la ganancia de la persona que está comprada en el futuro a ese valor. Si el precio del dólar continuara subiendo, tendremos que seguir depositando diferencias; pero si comienza a bajar -es decir, si “se da vuelta el mercado”- entonces se nos devolverán las diferencias depositadas.

Las diferencias diarias como se las conoce habitualmente en los mercados, son en definitiva la cantidad de dinero que puede ganar o perder el  inversor. Y para aquellos que toman cobertura es el dinero que compensarán con su operación contraria en el mercado de contado. Cualquiera sea el activo subyacente.

En resumen, los futuros, son una buena opción para cubrirse ante determinados eventos pero también son herramientas complejas y conllevan riesgos significativos. Por lo tanto, es importante comprender completamente cómo funcionan y consultar con asesores financieros antes de operar con ellos.


*** Nota originalmente publicada en iProfesional, el 15-6-23

https://www.iprofesional.com/finanzas/383536-que-son-los-futuros-y-como-utilizarlos-para-cubrirnos







logo mercado abierto electrónico
logo comisión nacional de valores
logo bolsas y mercados argentinos
logo rofex
logo mercado argentino de valores
logo cámara argentina de fondos comunes de inversión
logo saxo bank