Beneficios de operar acciones
Rentabilidad
Son inversiones que a largo plazo tienen un gran potencial.
Diversificación
Permiten exponerse a diferentes negocios y mercados.
Liquidez
Podés disponer rápido de tus fondos si los necesitás.
¿En qué acciones puedo invertir?
Accedé a todas las cotizaciones en tiempo real, y elegí la que mejor se adapte a tu objetivo.
Potencia tus oportunidades
En la sección de Research encontrá todos los reportes para optimizar tus decisiones.
Preguntas frecuentes
Las acciones son valores que representan una porción del capital social de la empresa, por lo que se entiende que quien la compra se convierte en accionista o socio de la misma. La emisión de acciones permite a la empresa recaudar capital con la venta de las mismas para afrontar nuevas inversiones, y por lo tanto, constituye una forma de financiamiento. Es importante destacar que las acciones se consideran activos de renta variable. Esto último implica que su rentabilidad no está preestablecida.
Dos son las fuentes de ganancias al invertir en acciones. Una es la ganancia de capital representada por la suba del precio de la acción. Cotización que en mercado estará influenciada por diversos factores propios -como expectativas sobre el beneficio futuro de la sociedad, sus ventas, su crecimiento, etc-, como externos a la misma compañía o incluso a su sector. Entre ellas las expectativas sobre la evolución económica y la confianza de los inversores, y la evolución de diferentes variables financieras y económicas como la tasa de interés, inflación, tipo de cambio, etc. A lo largo del tiempo, sin embargo, se entiende que su valor dependerá principalmente del desempeño de la compañía y del desarrollo del sector económico al cual pertenece. En tanto, la otra fuente de potenciales ganancias, serán los dividendos. Puntualmente, el dividendo será el resultado del reparto de las ganancias –en caso de tenerlas- que se decide distribuir al finalizar el ejercicio fiscal de la compañía. Es un derecho económico que otorga cada acción a cobrar en el reparto de utilidades del ejercicio. No obstante, las compañías no están obligadas a pagar dividendos.
Las empresas pueden decidir distribuir diferentes clases de dividendos. En efectivo: Es el pago en dinero de la utilidad del ejercicio a distribuirse en forma proporcional a la participación en el capital social. En acciones: Es el pago en especie (acciones) de la utilidad del ejercicio a distribuir en forma proporcional a la participación en el capital social. El mismo implica una capitalización de las ganancias, ya que en términos contables la empresa pasa recursos de Resultados Acumulados a Capital. El pago de dividendos en acciones no modifica el patrimonio, pero incrementa el número de acciones.
Hay diferentes tipos de acciones que pueden ser autorizadas para la oferta pública. Entre ellas, distinguimos: Acciones ordinarias: Otorgan generalmente el derecho a voto y poseen derechos económicos en igual proporción a su participación en el capital social. Acciones preferidas: Otorgan una preferencia económica o dividendos de cobro preferente con respecto a las acciones ordinarias. Generalmente, carecen de derecho de voto. Acciones rescatables: Su compra total o parcial por la emisora o un tercero está fijado en las condiciones de emisión. También hay acciones de participación, escriturales, etc. También se pueden clasificar por los derechos que otorgan en caso de una ampliación de capital como, por ejemplo, derecho de suscripción preferente o de acrecer.
Existen, básicamente, dos formas de adquirir acciones. Una es en el mercado secundario –a través de la compra en el mercado-. Acá es donde se negocian la compra/venta de los diferentes activos financieros que han sido emitidos, y tienen oferta pública. Otra forma es comprar en el mercado primario. Es la adquisición al momento de su emisión según las condiciones establecidas en el prospecto de emisión. Este proceso se lo conoce como OPI (Oferta Pública Inicial), o puede realizarse sino de forma privada.
Todos los activos financieros conllevan diferentes riesgos. La inversión en acciones no es la excepción. Presenta riesgos derivados de la misma compañía, o del mercado en general, y la coyuntura económica local o externa. Entre algunos de ellos, podemos identificar: Riesgo de mercado, o sistémico: Está asociado con la volatilidad del mercado en general, relacionado a los ciclos económicos, condiciones políticas y tendencias que afectan los movimientos del mercado acentuando el riesgo. Riesgo comercial: El asociado a la evolución del negocio principal, o secundarios, de la compañía. Este puede verse afectado por diferentes motivos. Riesgo de inflación: Si con el transcurso del tiempo la tasa de inflación es mayor al rendimiento que genera la inversión, esta tendrá un poder de compra menor. No obstante, se cree que en las acciones, a diferencia de otros activos, este riesgo se minimiza. Riesgo de tasas de interés: Surge de la sensibilidad que pueda tener el valor de tus inversiones a las fluctuaciones que sufren las tasas de interés.
Todas las empresas elaboran con una determinada frecuencia –establecida por ley- un balance general que contiene toda la información contable y financiera de la misma. Una forma de analizar los balances, que nos va a permitir conocer la situación económica y financiera de la empresa, es a través de determinados ratios o indicadores. Estos no sólo sirven para comparar la performance de la compañía contra periodos anteriores, sino contra empresas del mismo sector. Los indicadores financieros se pueden clasificar en, al menos, cuatro grupos: 1. Indicadores de liquidez; 2. Indicadores operacionales o de actividad; 3. Indicadores de endeudamiento; 4. Indicadores de rentabilidad. Los primeros miden la disponibilidad o solvencia de dinero en efectivo, o la capacidad que tiene la empresa para cancelar sus obligaciones de corto plazo. Los segundos permiten establecer el grado de eficiencia con el cual la administración de la empresa, maneja los recursos y la recuperación de los mismos. Los terceros, por su parte, ayudan a determinar el nivel de endeudamiento de la empresa. Mientras que los ratios de rentabilidad comprenden un conjunto de indicadores y medidas cuyo objetivo es medir qué tan rentable es la compañía. Entre los más relevantes, en este punto, encontramos el ROA, ROE, EPS, etc.