Análisis
08.03.2025

Opciones de inversión para atravesar la volatilidad de los últimos meses

Lo primero a definir es nuestro perfil de inversores, siendo muy diferente la cartera para un inversor conservador que para uno agresivo.
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Los dos primeros meses de 2025 fueron casi para el olvido en los mercados. Con una marcada volatilidad que se fue profundizando y llevó a que los principales índices retrocedieran considerablemente, tanto en el plano internacional, como en el local, que fue arrastrado por el primero. Aunque, en líneas generales, los datos económicos han sido buenos (abultado superávit fiscal y financiero, inflación de enero en 2,2%, compras continuas en el MULC por parte del Banco Central, ICG  estable por encima de 50%), el mercado local no pudo resistir la sacudida del efecto Trump. A esto, hay que sumarle los ruidos políticos locales y el escándalo de $LIBRA. 

En medio de esta turbulencia, surgió un nuevo haz de luz. En el discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei anunció que en breve estaría enviando un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para poder avanzar en la salida del control de capitales. Aclaró que el Tesoro utilizaría esos fondos para pagarle al BCRA su deuda, lo que significaría una mejora en las reservas netas. Esto impulsó a los bonos soberanos, pues señala hacia una posible normalización cambiaria, pero ante la falta de definiciones (como el monto a recibir) el impacto fue contenido. También cabe destacar que, dada la representatividad de LLA en el Congreso, su respuesta es incierta. No obstante, el Gobierno ya demostró muñeca política para pasar las iniciativas en las que tiene interés.

Ahora bien, en este contexto, ¿dónde posicionamos nuestra cartera de inversión?

Lo primero a definir es nuestro perfil de inversores, siendo muy diferente la cartera para un inversor conservador que para uno agresivo. En el primero de los casos, una cartera atractiva estaría posicionada casi en su totalidad en instrumentos de renta fija con la siguiente distribución: el 50% en bonos corporativos, el 30% en bonos provinciales, un 15% en bonos soberanos en dólares y el 5% restante en bonos soberanos en pesos. 

Mientras que para una cartera más agresiva esta distribución cambia considerablemente, posicionando un 40% en instrumentos de renta variable (acciones y CEDEARs), 25% en bonos provinciales, 20% en bonos soberanos en pesos y el 15% en bonos soberanos en dólares. 

Dentro de cada una de esas clasificaciones, los instrumentos individuales son mayor proyección y más convenientes en la relación riesgo-retorno son:

Bonos corporativos (ONs): Dentro de lo que son las obligaciones negociables, podemos encontrar empresas con muy buen perfil crediticio y rendimiento más que aceptables. Tal es el caso de Petrolera Aconcagua Energía ($PECIO) que está rindiendo un 9% anual en dólares y vence en 2028, YPF ($YM34O) que rinde 8% anual en dólares y vence en enero del 2034, Telecom ($TLCMO) que hoy rinde 8,4% y vence julio del 2031 o MSU Energy ($RUCDO) rindiendo 10% y con un vencimiento en 2030. 

Bonos soberanos en dólares: : febrero fue un mes complicado para la renta fija argentina. El riesgo país trepó cerca de 160 puntos básicos acumulando un incremento de 225 puntos básicos desde el mínimo de los últimos seis años del 9 de enero. Así, la deuda en dólares acumulo bajas de hasta 6,5% en el mes. Sin embargo, con este nuevo escenario también se abren nuevas oportunidades, sobre todo en la parte larga de la curva, como es el caso del $GD35 que hoy está rindiendo un 12%.

Bonos provinciales: En lo que es la deuda provincial, también podemos encontrar rendimientos muy atractivos con una relación riesgo-retorno moderada, sobre todo en el caso de los bonos de Mendoza o Neuquén, ambos rindiendo por encima del 9% anual. Sin embargo, si queremos asumir algo más de riesgo el bono de la provincia de Buenos Aires con vencimiento a 2037, también resulta muy atractivo, rindiendo hoy más del 15% anual en dólares. 

Bonos soberanos en pesos: A pesar de la suba abrupta de los dólares financieros en febrero (+3,7% CCL), la estrategia en pesos presentó un desempeño similar al de la deuda soberana en dólare y, en un contexto de estabilización y un sendero de desaceleración inflacionaria, la tasa fija (Lecaps como $S30Y5 o $S18J5) y los bonos duales como el $TTM26 podrían representar un buen refugio.

Renta variable: En febrero el Merval cayó un 17,7% en dólares. Frente a tamaña caída, se abren interesantes oportunidades de entrada. Sobretodo en bancos ($GGAL, $BMA, $BBAR)y energéticas ($YPFD, $PAMP). 

Más allá de estás menciones, siempre la recomendación fundamental es consultar con un asesor financiero para ver el caso puntual de cada uno y armar una cartera acorde a su perfil, sus objetivos y necesidades.


Nota publicada en Ámbito Financiero 

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