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11.05.2024

Futuros de bitcoin: qué son y cómo invertir en ellos

Hasta el 22 de abril esta operatoria estaba concentrada en Inversores Calificados, pero Matba-Rofex la extendió a todo el mercado
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Hace unas semanas Matba-Rofex informó -a través de la Circular Nº 950- que a partir del 22/04, los contratos de Futuros de Bitcoin podrán ser operados por cualquier inversor. La noticia fue por demás bien recibida, ya que hasta ese momento, solo podían operarlos Inversores Calificados.

Ahora bien, ¿qué es un contrato de futuros?

Los contratos de futuros representan uno de los derivados con mayor tradición y negociación. Estos contratos constituyen un acuerdo para comprar o vender, a un precio especificado, una determinada cantidad del activo subyacente en una fecha futura predeterminada. En su negociación, se plantean dos objetivos diametralmente opuestos: por un lado, se especula con un movimiento favorable en los precios del subyacente; y por el otro, se busca una cobertura ante un movimiento desfavorable del mismo.

Así, se encuentran básicamente dos tipos de participantes: el especulador que se apalanca utilizando los contratos de futuro para beneficiarse con los movimientos que espera del subyacente y un participante interesado en lograr una cobertura de una determinada posición.

De esta manera, quien compra un contrato de futuros adopta lo que se llama una posición larga (“long position”), por lo que en la fecha de vencimiento del contrato tiene el derecho a recibir el activo subyacente objeto de la negociación. 

Por su parte, quien vende un contrato de futuros adopta una posición corta (“short position”) ante el mercado, por lo que al llegar la fecha de vencimiento del contrato deberá entregar el correspondiente activo subyacente y recibir a cambio la cantidad de pesos acordada en la fecha de negociación del contrato de futuros. 

El precio de esta operación se forma en estrecha relación con el precio del activo de referencia o subyacente, que a través de procesos de negociación puede ser comprado o vendido en cualquier momento de la rueda de operaciones. Es importante remarcar aquí que un contrato de futuros se puede vender o comprar con la intención de mantener el compromiso hasta la fecha de su vencimiento, y proceder a la entrega o recepción del activo correspondiente; pero dicho contrato también puede ser utilizado como instrumento de referencia en operaciones de tipo especulativo o de cobertura, como vimos anteriormente (y es lo que generalmente sucede), ya que no es necesario mantener la posición abierta hasta la fecha de vencimiento. 

Cuando se tiene una posición compradora o vendedora, ésta puede cerrarse sin esperar a la fecha de vencimiento, simplemente vendiendo o comprando el número de contratos comprados o vendidos que se posean, realización mediante de la operación inversa. Por ejemplo, alguien con una posición vendedora puede cerrarla anticipadamente al acudir al mercado y comprar el número de contratos precisos para quedar compensado.

No obstante, haciendo foco específicamente de contratos de Futuro de Bitcoin, hay que entender algunas particularidades. En primer lugar, el activo subyacente no es el Bitcoin, si no un índice elaborado por Matba-Rofex que representa el precio de mercado de la criptomoneda en pesos. Ese índice se elabora tomando el promedio de precios, ponderado por el volumen, que relevan algunos de los principales Exchanges y Brokers del mercado. Por otra parte, la liquidación es financiera, es decir, al vencimiento del contrato se integran las diferencias monetarias (en pesos), no se paga con las criptomonedas.

Por otro lado, el tamaño de cada contrato es de 0,01 BTC y las garantías requeridas para abrir una posición hoy son de $315.000. Esto significa que, si el precio del índice BTC en pesos a hoy fuera de $74.000.000, la posición del contrato sería de aproximadamente $740.000 ($74.000.000 * 0,01), y estaríamos integrando garantías por un 42% de la posición ($315.000). Esas garantías pueden ser monetarias o en especie, es decir, utilizar algún instrumento que tengamos en la cartera.

En conclusión, no hay dudas de que se trata de un instrumento muy atractivo, que llega para completar la amplia oferta de derivados que hay en nuestro mercado. Sin embargo, una vez más, se deben conocer los riesgos que se asumen al invertir en instrumentos de este tipo.

Es muy importante tener en cuenta que, si bien está abierto a todos los inversores, la operación de contratos de derivados solo se recomienda a inversores sofisticados, es decir, con amplio conocimiento del instrumento y un perfil de inversor agresivo.


*** Nota originalmente publicada en Infobae 

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