¿Todavía estoy a tiempo? ¿Vale la pena? ¿Cómo lo ves? El blanqueo de capitales se acerca a una fecha decisiva y es la del final de la primera etapa (30 de septiembre) cuando concluirá -al menos por lo que sabemos hasta el momento de enviar esta nota- la posibilidad de exteriorizar dinero en efectivo (seguirán las otras etapas vigentes que se concentran en otros activos según la ley 27743).

En las últimas siete ruedas, el nivel de depósitos en efectivo en dólares en el sistema financiero creció a niveles de 340 millones de dólares por día (mucho). Esos billetes que hasta hace dos meses estaban a la sombra en cajas de seguridad o “debajo del colchón”, hoy se han volcado al sistema financiero. Las trabas para comprar dólares oficialmente de los últimos años y una economía con un alto nivel de informalidad habrían generado una demanda cautiva para este proceso que estamos viendo.

Recordemos que uno de los principales atractivos de este blanqueo es su bajo costo o penalidad. La franquicia de USD 100.000 para lo que sea efectivo parece una gran excusa para cambiar una situación básica: los dólares en efectivo, tras el proceso inflacionario de los Estados Unidos de los últimos años han perdido poder adquisitivo. 

Para los argentinos comprar dólares para atesorar siempre fue visto como un refugio de valor ante la constante depreciación de nuestra moneda. En este caso, quienes blanquean hasta USD 100.000 en efectivo no pagan ninguna penalidad.

Otro aspecto distintivo es la versatilidad que ofrece la gran variedad de destinos que se puede dar al dinero blanqueado: bonos soberanos, provinciales, municipales, obligaciones negociables, acciones, Bopreales, cheques de pago diferidos, pagarés, fondos comunes de inversión (clases especiales), bienes registrables, proyectos inmobiliarios, etc. Claramente la intención es que el dinero que hasta acá estaba escondido por temor, ayude a dinamizar la economía.

En este sentido, la semana que está terminando agregó una novedad más que interesante que no podemos pasar por alto. La Reserva Federal de los Estados Unidos anunció una baja de 0.5% en sus tasas de interés. Es decir, finalmente, desde un proceso de suba de tasas para atacar la inflación americana iniciado en 2022, esta semana la Fed indicó que era tiempo de dar la vuelta.

Un menor nivel de la tasa americana, si no fuera en un escenario de recesión grave en el mundo, claro está, debería favorecer el apetito de riesgo de los inversores. Este elemento es algo que suele favorecer a los países emergentes (y por qué no a los de” frontera” como nosotros también).

En este contexto, el retorno potencial en dólares de muchas de esas opciones (hoy elegibles) resulta muy atractivo. Y si bien el rally de las últimas ruedas ha hecho que los precios de los activos argentinos subieran considerablemente, aún las valuaciones están muy lejos de países de fragilidad comparable como Egipto.

La combinación de estos factores (bajo costo, flexibilidad de opciones y ahora también la baja de tasas en los Estados Unidos) pareciera ser una invitación a aprovechar una oportunidad de hacer circular dinero que hasta acá estaba “atrapado”. Todos sabemos que Argentina no es un país “libre de riesgo”, pero si la expectativa es que progresivamente las variables macro vayan acompañando, que los actores vayan tomando cada vez más confianza, el país podría ser uno de los casos más atractivos dentro del mundo emergente en 2025. 

Sin ir más lejos, los clientes que entraron temprano en este blanqueo e invirtieron en activos como Bopreales 2026, bonos globales 2038 o 2035, acciones de bancos o empresas energéticas, hoy ya están con retornos que superan en algunos casos el 15% ó 20%.

“Il conto arriva allá fine” … Como dicen los italianos, la cuenta llega al final, y hasta no terminar el proceso de blanqueo y sus etapas, no sabremos cómo será el resultado. Sin embargo, con la información que tenemos hasta acá y por los movimientos que vamos viendo, pareciera ser saludable, tanto para los ciudadanos como para la economía que dispondrá de más recursos.

*** Nota publicada en Ámbito Financiero